sábado, 25 de noviembre de 2006

Adios vida analógica

La tecnología blanda por llamarla así, a jugado un papel interesante en mi analógica vida, es curioso verme ahora, con reacciones poco propias, eso de pasar mucho tiempo frente a un computador, era inadmisible en aquellos bueno tiempos, recuerdo haber respondido a algún profesor, que si no estudiaba esa vaina llamada ciencias = ingenierías, es porque no quería estar entre cuatro paredes y frente a un monitor, haciendo cualquier cosa menos viajar y a no tomarse la vida en serio; casi veo a aquel profesor con esa mueca diabólica burlándose de mi desdicha... a viajar si, pero por el excitante mundo de internet, solo alguna ventaja, con eso de la vida ceremoniosa, sigo incólume en cuanto a ello. Pero como es qué aquel neardenthal de la gallinita ciega, la llena de slam cojudos y la pobreza de la familia Ingallas, paso al chateo, palabra esta emparentada con el perreo solo que sentado y con los dedos calientes; como entraron a su vida las ridiculeces del Hi5, como ahora resuelve trabajos universitarios con la magia de un clic.
El proceso de adaptación fue duro, como era habitual para alguien que sumaba con palitos de fósforo, que tenia pavor a la electricidad y que conectaba el computador a una fuente de 110 voltios; sin duda que me tomo por sorpresa como a todo mal muchacho de la generación de los noventa, aunque bien podría ser de la generation next puesto que buda, sus amigos y la new age, marco los primeros años del dos mil y además que me identifico con el playStation, en fin dejémoslo en la generación perdida, que también asienta. Recuerdo el primer computador que llego a casa y no fue el de la familia Ingalls, fue de la familia de mi primo; por aquella época él gozaba de todo placer tecnológico y yo abusaba de dicha parentela, fue aquel televisor de veintinueve pulgadas y el cable conectado a una maquina de escribir, que sufrió la descarga de tan solo 110 voltios en lugar del doble, es de imaginarse la reacción de Charls Ingalls...
En fin se puede decir mucho sobre la involución tecnológica y su influencia en nuestros días, anécdotas despistadas podrán afirmar mi antiguo carácter tecnofóbico ahora mas bien el encabezado de mi Hi5 (el cual no he tenido la dicha de crearlo) dirá algo así como tecnomaniaco compulsivo: Internetfílico en convulsión.

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