miércoles, 14 de febrero de 2007

Dulce historia

Hay símbolos: corazones (de la manera que los conocemos son de animal vacuno) hay agentes secretos del amor (llamados cupidos calatos y con flechazos de un te quiero), hay expresiones "i love you"(frase mágica cuando necesitas de un favor) o "bésame" (cuando en realidad es sexo lo que hace falta) hay regalos bombones, flores o peluches (son más baratos), hay demostraciones de afecto y cariño, cartas de amor, poemas, postales, tarjetas en fin hay la predisposición de ser profundamente ridículos y es lo que cuenta. Sin embargo todo ese conjunto de acciones responde a una ley de causalidad, el hecho más importante, el desencadenante de acciones y reacciones que superan cualquier grado de ficción es profundamente tierna.
Si, es cierto, es por ello señores y público en general que HAY HISTORIAS, una en particular, que me ofresco a contarselas por que siempre he tenido una extraña debilidad por las historias de amor.
María es de andar lento, voz angelical y profundamente romántica, lo sé por que antes de que ame verdaderamente a Judas, pasó una noche con Pedro, quien tenía una forma distinta de decir te quiero, en lugar de ello, empieza por negarlo, es por eso que cuando le pregunté si alguna vez tuvo un afair con María, empezó por negarlo, lo curioso es que lo hace tres veces, y ya en la cuarta, te relata todo un rollo.
María amó profundamente a Judas, al menos eso consta en la afirmación del parte, ella dijo que cuando se dio cuenta de ello, lo primero que hizo fue proponerle la convivencia, eso parecía muy sensato, el tiempo afirmaría la presunción de amor que le jurara una noche de frió invierno, cuando caminaba con un inmenso suspiro, por el crepúsculo de lo que parecía ser su última noche desolada, cuando lo vio sentado en una banca fumando aquel Marboro y Judas contemplando el andar lento de María y después su simultaneo saludo, todos, absolutamente todos si hubiera existido gente a su alrededor lo hubiéramos sabido, la presencia implacable de aquel impúdico Cupido era incuestionable.
No paso mucho tiempo de aquel instante eterno con beso encarnado; para verla después, aquella noche de lluvia continua, escondida detrás de un árbol observando a Judas en cada uno de sus pasos, no sucedieron dos semanas para crear personajes tan verosímiles que juraría que Judas traicionaba a María con una hermosa niña afrancesada de familia noble y cadillac amarillo, parecía tan cierto todo esto que testigos con nombre y apellido podrían afirmarlo; llegue a odiar a Judas por su maldita existencia y sus consecuencias en los dos mil años de vida, pero una mañana me horrorizo encontrar a nuestra angelical María en la lectura de aquel parte, diseccionando el cuerpo de quien en vida fue un traicionero nunca comprobado. Judas había sido cruelmente asesinado, el parte policial decía catorce puñaladas en la caja torácica, aparentemente después de ello, una castración brutal también había una disección de 40 centímetros en el pecho y un corazón, o lo que quedaba de el completamente destrozado.