lunes, 5 de febrero de 2007

Palabras interruptus

Aveces me encantaría haber vivido en tiempos más simples. Hacerme cargo de mi parcela de terreno, tener estacionada mi Holstein lechera procurándole a mi familia el techo y el alimento, sin más reclamos que el de una primavera por invierno. Cambiaría todas las presuntas ventajas del mundo contemporáneo, por la posibilidad de controlar mi vida un poco más de cerca, a pesar de que esto signifique vivir menos.
En lugar de ello es inmensa la cantidad de marcas registradas, las cuales son impuestas para después ser santificadas y con estas marcas santificadas muchas palabras importantes cambian de sentido, he podido sobrevivir a ello, pero la complejidad de encontrarme en medio de este limbo alteran mis circuitos, y palabras mecánicos parecen ser algunas veces robóticas.
El tiempo, y el nuevo sentido robótico que muchas veces le doy; cuando la tecnología nos dice lo mucho que nos ahorra, en lugar de inmensas colas, nos regala la sucesión de eternos minutos y claro esta un nuevo tipo de esclavitud; no obstante con ello, cargas algún servicio roboticamente consumido a tu cuenta bancaria, para que te lo debiten y descubres que te debitan cosas que no esperabas. Quieres renunciar a un servicio y te encontrás con un montón de trabas sobre las que nadie te había informado cuando robóticamente te inscribiste. La tecnología y nuestro nuevo sentido del tiempo puede que te ahorren mucho, pero tarda poco en debitarlo.
En el caso del Espacio y su eterno proyecto en geografías, en arquitecturas o astronomía, todo visto desde un nuevo tamiz, la tecnología...
(Cambio de función cerebral a digital).
Sería deshonesto si continuara con dar una cuota de desencanto a este mundo excesivamente digital, pero en este instante acabo de recordar que tengo que bajar vasta información binaria además de entrelazar mis vasos, perdón brazos comunicantes.
(Preciso instante que alguien hace su ingreso a la comunidad y me recuerda a esa personita que sentado en la puerta de la escuela, aguardaba alguna espera, tan solo ello fue suficiente para comprender aquella proyección tiempo - espacio y la necesidad de crear algo ficticio que lejos de ser real consuele alguna pena).