sábado, 2 de diciembre de 2006

Un lugar IN---mundo

De ida, muy temprano me encontré con un diario que decía algo así como "Día internacional de lucha contra el SIDA" y más abajo: "Hoy resulta ser un día muy importante para cerca de 40 millones de seres humanos... " algo de historia y sus medias verdades, que si fue una conspiración de la CIA, que si algún laboratorio de ingeniería genética dejó escapar al virus, o que no sé que primate infectó a no sé que homo sapiens; y después seguían algunos datos estadísticos como por ejemplo los cerca de 150 mil personas infectadas por el VIH en España, los cada tres de mil personas infectadas en España con el VIH y demás juegos aritméticos, hasta llegar a las respectivas recomendaciones del caso, sobre todo si tienes hijos adolescentes y a todo eso le agregamos el adjetivo de "sidosos". En fin todo resultaba confuso, existe tanta desinformación sobre este el virus del VIH, se confunde contagio, con transmisión; se convierte en sinónimo de SIDA, al homosexual, y asi, hasta llegar a la discriminación, en ese lugar IN, tan cinco estrellas, que dicen proteger. Es tan IN-mundo que la importancia de este día solo le dio a los 40 millones de infectados, debería empezar, un día simbólico de lucha contra el VIH/SIDA, de manera más solidaria, no frente a las 150 mil personas en España ni los 40 millones del todo el inmundo planeta, sino frente a los 6 billones de seres humanos que habitamos este lugar tan "IN".
Uno empieza a hacerlo cuando se topa con estas historias, hace un año que en un hospital me contaron este retazo de realidad, una mujer que estaba casada desde los 22 años, se separaba después de aplazar a punta de maltratos, esa desición, ella tenia dos hermosas niñas y múltiples humillaciones al cabo de 7 años, por parte del marido su mirada así lo confirmaba; se separó y depués de tres años conoció a un hombre, del que se enamoro, de quien pensó encontrar a su alma gemela.
Al mes de salir juntos, quedo embarazada. Fue a una clínica por decisión mutua, y aborto, paso un año y siguieron juntos, después del aborto empezó a tomar píldoras, lo que hace presumir que solo ella se cuidaba.
Una noche le comento que tenía el colesterol alto, y ella vio que tiró a la papelera un blister de pastillas vacío. Lo cogió pensando que serían pastillas precisamente para el colesterol, pero el nombre no le sonaba de nada. Se llamaba Zidovudina . Apunto el nombre, bajo a la farmacia preocupada porque podía tener gran cantidad de colesterol para estar en tratamiento. Le pregunto al farmacéutico para qué eran esas pastillas: Eran antirretrovirales que se utilizaban en el tratamiento del SIDA.
Nunca supe que fue de aquella mujer, pero a partir de ese día uno se da cuenta que no es absolutamente nadie para no sentirse vulnerable y eso es suficiente razón para sentirse parte de la solución.

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