jueves, 7 de diciembre de 2006

Rindiendo cuentas

Vamos a ver, lo doblas en cinco pliegues, enciendes: un fósforo y los pliegues, y todo junto a la papelera de reciclaje.
Es muy sencillo cuando de objetos ingratos se trata, es aun más artificioso cuando son recuerdos incómodos y es terriblemente imposible cuando es tú anatomía la razón de fastidio, límite y hastío.
Dos prolongaciones extremas de mi brazo izquierdo la causa, el efecto mí ya comprobada inutilidad por quehaceres matutinos, vespertinos y tantos tinos que muero en el intento. Sin embargo aquí sigue en pie, tal torero con traje marica, dispuesto al segundo y sucesivo embate.
Aunque para muchos como el propio Stephen Hawking esta situación "no sea para tanto" o quizás un "pronto lo superaras" como lo repetiría, Cristy Brown, el protagonista de "Mi pie izquierdo". Lo cierto es que después de esto, bien ganadas tienen la lustrada de botas, sin perjuicio que uno de ellos termine con su carrera de artista; por otro lado se que personas como ellas resultan ser parte de la tan mentadita exception to rule y yo, el resto, pero uno no deja de admirar aquella capacidad innata dada por exception to rule y barita mágica en pie, para poder ser dignos ejemplos de la raza humana; que cual calidoscopio acaba siempre mostrándonos algo diferente.
Uno se complica de muchas maneras, pero las más negativas son las maneras mentales, es como la receta del Dr.Ninguno y su tratamiento del esperar al día siguiente o un pasado ninguno; claro que la reacción fue bien acogida por éste sinsuerte que aquella noche terminó en indigestión. Es acaso la viva imagen de Mister Justification, siempre que la naturaleza o el azar le de chance... va justificando sus lamentos.
Por mas que no se quiera, el lamento se dispone a enseñar algo nuevo, a trasformar tus esperanzas, a variar tus sueños, y te repite que nada es comparado a un pulgar y meñique, cuando uno aparece en neptuno dispuesto a ser útil.
Y así es que todos terminan conviviendo con los males que lo aquejan y futuro inmediato que los agobiaran tanto que acaben reconociéndolos como parte adjunta a su cuerpo. Es seguro que puedo recordar a un hígado herido, un colon fatigado o unas amigdalitis sin diagnostico todos acaban siendo soportables cuando en la provincia de los ciegos, uno es tuerto.
He escuchado tanto el NO quiero llegar a viejo...
Que solo mi cuerpo responde...cualquier tiempo pasado fue mejor.

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